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Información Renal

Anatomía y función renal

Los riñones son órganos parecidos a grandes frijoles, ubicados a nivel de la cintura (región lumbar), que en un hombre de 1.70 metros de altura y 70 kg de peso, deben medir de 11 a 12 cm de largo, 4 a 7 cm de ancho y 2 a 5 cm de grueso. Cada riñón está formado por aproximadamente un millón de filtros, denominados Nefronas. Esas nefronas están "conectadas" con la circulación, por lo que reciben parte de la sangre enviada con cada latido de nuestro corazón, de modo que los riñones filtran en promedio 180 litros de sangre al día, de esta manera el líquido filtrado forma orina y a través de ella desechamos toxinas, exceso de ácidos, minerales, líquido, y diversas sustancias y hormonas que no deben mantenerse en nuestra sangre. También producen sustancias u hormonas que nos ayudan, entre otras cosas, a estabilizar la presión arterial, (renina), estimular la producción de glóbulos rojos (eritropoyetina) y  a absorber calcio en los intestinos (calcitriol).

Enfermedad renal crónica

Los riñones pueden sufrir una serie de enfermedades, algunas se podrán curar, como en al caso de una pielonefritis bacteriana aguda (infección renal súbita causada por bacterias), otras no (enfermedad renal crónica). 

La enfermedad renal crónica (ERC) es un padecimiento muy temido por la posibilidad de dañar los riñones grave e irreversiblemente, al grado de requerir de un tratamiento que sustituya la función renal como es diálisis o trasplante renal.

Las principales causas de ERC son diabetes mellitus, en nuestro país en 40 a 60% de los casos, hipertensión arterial en 20% y después causas poco menos frecuentes: glomerulonefritis (daño de las nefronas) presente habitualmente en gente joven, nefritis intersticial crónica, enfermedad renal poliquística, enfermedades renales hereditarias.

La enfermedad se clasifica en 5 grados (K/DIGO 2012), el grado 5 es el más severo, que indica menos de un 15% de función renal y requiere de un tratamiento para eliminar toxinas, ácidos, minerales y demás productos de desecho que ya no pueden ser eliminados por la orina por el gran daño existente.

Los tratamientos de sustitución de la función de los riñones son: diálisis peritoneal, hemodiálisis y trasplante renal.

Diálisis peritoneal

Es un tratamiento de sustitución de la función renal que consiste en usar suero (solución dializante), que entra y sale del organismo a través de un catéter que se coloca en el abdomen mediante cirugía en quirófano o en cama de hospital mediante técnica percutánea. El catéter es permanente y se usa en el día (Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria) realizando cambios de suero 4 veces al día (mañana, mediodía, tarde y noche) diario, de forma permanente, o bien usando una máquina (cicladora) todas las noches (Diálisis Peritoneal Automatizada) de forma permanente, para eliminar lo que debería extraerse por la orina.

Hemodiálisis

Es un tratamiento de sustitución de la función renal que consiste en usar directamente la sangre para eliminar de ella todo lo que debería ser extraído por la orina. Para extraer sangre del cuerpo se utiliza un "acceso vascular", que consiste en emplear un catéter temporal que sera colocado preferentemente en el cuello, o bien, idealmente, a través de una fístula arteriovenosa (cirugia realizada habitualmente en un brazo para conectar una vena a una arteria), por un catéter permanente o por un injerto sintético vascular. La sangre extraída pasará por unos tubos (lineas de hemodiálisis) hacia una máquina que tiene un filtro donde la sangre será "purificada" al permitir que en ese filtro se extraigan los desechos de la sangre, conforme va saliendo la sangre "limpia" (depurada), se regresa al paciente. Este tratamiento debe realizarse idealmente 3 veces por semana y por un mínimo de 3 horas en la mayoría de los pacientes.

Trasplante Renal

Es el tratamiento ideal para una persona que está perdiendo función renal severa, permanente e irreversiblemente. Lo ideal es realizar el trasplante renal antes de requerir diálisis peritoneal o hemodiálisis, aunque generalmente se realiza cuando el paciente ya esta en tratamiento con diálisis peritoneal o hemodiálisis. Existen dos tipos de trasplante renal: de donador vivo, cuando un familiar, amigo o conocido dona habiendo aprobado diversos estudios de laboratorio y gabinete, así como verificando una adecuada compatibilidad inmunológica, o bien trasplante de donador fallecido, cuando los familiares de un paciente con muerte cerebral pero en adecuadas condiciones de sus órganos aceptan la donación y así permiten que se mejore la calidad de vida en una o varias personas. El "nuevo" riñón (injerto renal) se coloca en el abdomen del paciente, los riñones "originales" dañados habitualmente no son extraídos a menos que haya una enfermedad que obligue a extraerlos.

Recomendaciones para cuidar los riñones

 

Recomendaciones generales:

  • Tomar de un litro y medio a dos litros de agua al día

  • Comer sanamente, incluyendo verduras y frutas, de ser posible, diario

  • Disminuir el consumo de grasas y carbohidratos (tamales, atoles, tacos, sopes, quesadillas, tortas, barbacoa, carnitas, pizza, hamburguesas, hot-dogs, etc.)

  • Hacer ejercicio regularmente

  • Evitar el sobrepeso o la obesidad

  • Evitar el consumo de refrescos

  • Evitar el consumo de tabaco

  • Moderar el consumo de alcohol

  • Moderar el consumo de alimentos con saborizantes y conservantes artificiales

  • Corroborar un buen estado de salud, acudiendo a revisión médica cada 1-3 años con estudios de laboratorio

 

Recomendaciones específicas, especialmente para personas con Enfermedad Renal Crónica:

  • Acudir regularmente a las citas que indica su médico para la correcta vigilancia de la enfermedad y corregir descompensaciones a tiempo

  • Tomar los medicamentos indicados por su médico, por el tiempo y con los horarios indicados

  • En caso de ser portador de diabetes mellitus, llevar un registro regular de las mediciones de glucosa en casa

  • En caso de ser portador de hipertensión arterial llevar un registro regular de las mediciones de presión arterial en casa

  • Mantener una alimentación sana

  • Tomar la cantidad de líquido que indique su médico

  • Realizar ejercicio regular, según indicación médica, de acuerdo a las condiciones individuales de cada paciente

Anatomía renal

Diálisis peritoneal Continua Ambulatoria

Diálisis peritoneal automatizada

Catéter de hemodiálisis

Hemodiálisis con fístula arteriovenosa

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